Por Alfredo Palacios
¿Por qué las empresas del sector eléctrico deben prestar atención a las soluciones del IoT?
Para comenzar, esto es algo que viene de años. De hecho, las soluciones del IoT, que por mucho tiempo tenían otros nombres, siempre han buscado alguna forma de mejorar la capacidad de recolección de datos; sobre todo para las empresas del sector eléctrico que viven de recolectar datos. En ese aspecto, el interés viene por tener soluciones que sean precisas y robustas para poder entregar la data, pero que también sean viables para poder escalarlas. Estamos hablando de segmentos del mercado donde tienen muchísimos clientes que individualmente no te van a aportar tanto dinero, pero que en conjunto sí lo van a hacer. Ahí es donde se necesita ser muy eficiente en cómo esta data es recolectada y enviada.
Dicho ello ¿Cuál es el objetivo de la empresa EAT?
Energy Automation Technologies (EAT) busca traer al mercado soluciones que estén acorde a la realidad del país y a la realidad de la región. Tenemos clientes en Chile, estamos haciendo pilotos en Colombia, en México y aquí en Perú, obviamente. Todos estos países buscan soluciones robustas y escalables que al ser llevadas al reino de los números no son viables económicamente, pues son soluciones pensadas para mercados con otras realidades de las empresas mismas.
En ese sentido, la empresa ofrece reutilizar lo que ya se tiene y darles las capacidades necesarias para poder aprovechar dichos recursos. Hoy en día, estamos haciendo eso con Enel Chile. Chile, siendo un país que abrazó mucho el tema de medición inteligente, finalmente retrocedió por los costos que querían trasladarle al consumidor. Actualmente, están utilizando la solución que le brinda EAT para clientes grandes que comúnmente tienen medidores que pueden tener telemedición implementada, pero que igual implican costos elevados.
En el CEDELEF se le destacó a EAT por ser una empresa nacional. De hecho, la tecnología se desarrolló en el Perú ¿Podría detallarnos la importancia que conlleva ello?
La ventaja de ser de aquí, más allá del orgullo nacional, es que los tiempos de respuesta son muchos más rápidos. Muchos clientes y empresas eléctricas sufren por esto. Van donde el proveedor, un representante o la misma casa matriz que les terminan diciendo “déjame consultárselo a fábrica” o “déjame ver si lo quieren hacer” y ocurren dos cosas: uno, el proceso burocrático es lento por mismas diferencias horarias y demás; y, dos, al no ser un mercado muy grande respecto a lo que estas marcas ven en otros lados, están siempre al final de la cola. Además, una de las constantes es que se siguen comprando medidores convencionales electrónicos. Para estos solo tienes dos opciones: descartas esos medidores cortando su ciclo de vida a la mitad o recién en el inicio y gastas más por poner medidores inteligentes; o simplemente no tienes telemedición en los puntos necesarios. Al final las dos alternativas no son beneficiosas. Lo que EAT ofrece es el camino intermedio que sirve para Perú y para otros países de la región.
¿Cuánto puede durar cada etapa de un proyecto IoT?
Un proyecto #IoT podríamos decir no termina porque una vez que ya está desplegado siempre hay un ciclo de mantenimiento para mantenerlo en vida. Normalmente se empieza con entender cuáles son las necesidades del cliente o del proyecto en sí. Por ejemplo, es diferente hablar de un proyecto de alumbrado público que de un proyecto de medición residencial o que de un proyecto de totalizadores; cada uno de ellos contiene ciertas variantes y ciertas consideraciones. Incluso, independientemente del tipo de plan, cada organización maneja las cosas de manera diferente por temas de idiosincrasia.
Muchas veces se estima que un proyecto de IoT es poner un sensor, un equipo y listo. La verdad es que eso es solo la punta del iceberg porque hay que comprender que lo que se va a colocar, para poder captar los datos, es correcto o no. También se tiene que entender cuál es la necesidad de la información en sí; es decir, capturo el dato y eso cómo lo transformo en información para que el cliente lo pueda utilizar. Entonces, hay un proceso de despliegue del hardware, de los sensores, que tiene que ir a la parde la implementación y del despliegue de todo el software. Lo usual es que se buscan enlatados porque reducen los tiempos, pero siempre hay algún concepto de personalización.
La experiencia con proyectos nos indica que puede durar desde 6 meses hasta un año dependiendo de los pormenores que se manejan. Finalmente, siempre tiene que haber una planificación de por medio; desde el diseño de la solución hasta el despliegue. Este último siempre es una etapa complicada porque hay contextos ambientales que deben tomarse en cuenta. Incluso, esta etapa se puede ver como un proyecto en sí mismo.
De hecho, ahí reside la importancia de tener todo planificado, pues sin eso no se podría tener una política de decisiones claras…
Exacto. Esa es…Lee la entrevista completa (pág.60) en nuestra edición Nº142 de la Revista Energía y Negocios, dando clic aquí.