Las adquisiciones de nuevas licencias de exploración en tierra y en alta mar para los cinco principales gigantes energéticos occidentales cayeron al nivel más bajo en al menos cinco años, según mostraron los datos de la consultora Rystad Energy.

De las cinco empresas, la británica BP, enfrentó, por mucho, la mayor caída en la adquisición de nuevas superficies en 2020. Bernard Looney, quien se convirtió en el CEO de BP en febrero, esbozó una estrategia para reducir la producción de petróleo en un 40% o 1 millón de barriles por día para 2030.
Derivado de su nueva estrategia, BP ha reducido rápidamente su equipo de exploración en los últimos meses.
Exxon, la compañía energética más grande de Estados Unidos, adquirió la mayor superficie en 2020 del grupo, con un 63% en tres bloques en Angola, según Rystad Energy.
La francesa Total ocupó el segundo lugar con dos grandes bloques adquiridos en Angola y Omán.
La adquisición de áreas de exploración significa que las empresas pueden buscar petróleo y gas. Si se descubren nuevos recursos en volúmenes suficientes, las empresas deben decidir si desarrollarlos, este es un proceso costoso que puede llevar años.
La significativa reducción en las actividades de exploración pudiese conducir a una brecha entre la oferta y la demanda para la segunda mitad de la presente década.
