Bruno Vega, regional manager de Okra Energy Perú, analiza qué hay detrás de la propuesta boliviana de exportar gas natural a las regiones del sur peruano. Además, señala que el GNL es una alternativa para abastecer el Nodo Energético y lograr llevar adelante el proyecto que busca masificar el gas natural en siete regiones del país.
¿YPFB está en condiciones técnicas y económicas para una gran exportación de gas natural al sur del Perú?
Debo señalar que no se ha definido, por parte de la empresa boliviana, cuánto es el gas que va a requerir el consumo interno del Perú. Sin eso, no se sabe si se tendrá un alto o bajo consumo. En el sur, específicamente en Juliaca (Puno), no hay empresas lo suficientemente grandes para un gran consumo de GNL. En ese sentido, sí habría, físicamente, gas en Bolivia para ser vendido al Perú. Pero, al ser un pequeño consumo, el precio sería bastante elevado. Entonces, tenemos una situación donde hay moléculas, pero no resultaría financieramente factible importar gas boliviano al Perú.
Las condiciones son claras. El gas boliviano tendría que ser transportado por más de mil kilómetros y en el sur sólo tendríamos consumo residencial…
Y consumo residencial en zonas que tienen un porcentaje alto de pobreza.
En esas circunstancias, ¿cómo entender la propuesta boliviana?
De varias formas. Primero, lo que quiere Bolivia es encontrar una salida para exportar su gas a los mercados de Asia. En ese sentido, ellos podrían invertir en la infraestructura necesaria y dar el gas como una especie de labor social, como una especie de compensación, para que el Perú permita una salida al mar para exportar. Si bien los medios de comunicación no han informado sobre esta intención, esta conjetura es un escenario posible. El negocio de Bolivia no va a ser venderle al Perú. Su negocio es genera aquellas condiciones en el Perú que le permitan exportar su gas hacia el extranjero. Ese sería el principal objetivo.
¿Por qué Bolivia optaría por esta opción?
Recientemente, se informó que Bolivia está teniendo problemas con sus consumidores habituales de gas natural, que son Argentina y Brasil. Argentina viene desarrollando una campaña de producción de gas bastante agresiva, y Bolivia se ha visto en dificultades de poder dar la totalidad de gas que a veces ha estado requiriendo Argentina y Brasil. Entonces, eso nos lleva a pensar que hay un problema con las actuales reservas de gas o, simple y llanamente, las relaciones comerciales no están en el mejor estado, por lo que habría que buscar ganar clientes para el gas boliviano. Si Bolivia no exporta, todo ese gas se pierde. Ellos tienen un mercado muy pequeño. Recordemos que el gas es la principal fuente de ingresos para Bolivia, por lo que la política fiscal y económica boliviana, y de infraestructura, está netamente centralizada en las inversiones que se hacen en hidrocarburos.
Si el mercado peruano viene a ser algo así como la plataforma de lanzamiento para los mercados asiáticos, ¿cómo conciliar el modelo de explotación estatista boliviano con el nuestro, en la que prima la iniciativa privada?
Funcionaría igual que las grandes empresas internacionales de hidrocarburos estatales, como Ecopetrol u otras. Se gestionan, básicamente, como una empresa privada por más que sean controladas por el Estado. De la misma forma, Bolivia no tendría facultades propias de un estado independiente dentro del Perú, sino que YPFB actuaría como una empresa privada dentro de nuestro territorio. La diferencia está en que el accionariado va a ser del gobierno boliviano. Hará las inversiones como una empresa privada y ellos mismos van a elegir a sus constructores y demás.
¿Una hipotética presencia de YPFB implicaría un gran cambio en la situación del mercado de gas natural en el Perú? ¿Bolivia tendría una importante posición de poder a través de su empresa?
Igual que hay otras empresas trasnacionales en el mercado peruano, que tienen eficiencias y sinergias que les permiten tener una posición fuerte en el mercado. El hecho de que YPFB esté controlado por el Estado boliviano no necesariamente quiere decir que va a entrar en mejor o peor posición que el resto de las empresas. En un mercado altamente cambiante, como es el de hidrocarburos, las empresas que actualmente ya están presentes, que ya tienen relaciones comerciales abiertas desde hace años en el Perú, también tienen una posición bastante sólida, por lo cual competirían con YPFB en el momento que fueran a entrar. Pero quiero reiterar: el negocio de ellos no es el Perú, su negocio es la exportación. El Perú, sobre todo en la parte sur, tiene un consumo muy pequeño. Por ejemplo, en el caso de la concesión de las Siete Regiones, siempre se ha pensado que esta es una concesión de carácter social. En el gobierno de Ollanta Humala justamente ése era el discurso que se tenía.
Bolivia verá, simplemente, a qué acuerdos necesita llegar con el Estado peruano para construir en nuestro territorio un terminal de exportación y un gasoducto binacional, que cruzaría zonas importantes. Habría que discutirse la vía a utilizar, las áreas protegidas, alguna concesión minera. Es una configuración detallada.
¿Aumentaría la competitividad dentro del mercado peruano con la entrada de YPFB?
Pienso que la competitividad no sería afectada en gran medida para el mercado interno porque ellos van a tratar de exportar la mayor cantidad de GNL posible. Si a ellos les pagan 8 en Asia, un número conservador, y en el Perú necesita venderlo a 3, no les hace sentido centralizar su venta de gas dentro del país. Ciertamente, el Perú se beneficiaría del gas boliviano con el pago de un peaje por la exportación, de alguna regalía, y por la mano de obra que se generaría con la inversión en infraestructura necesaria. Eso es un beneficio inmediato. Fuera de eso, yo no creo que el mercado se vuelva más competitivos al interior.
LA PLANTA GNL DE OKRA
El año pasado iniciaron las operaciones de su primera planta GNL y anunciaron su intención de tener otras cuatro. ¿Podrán cumplir sus proyecciones?
Con nuestros socios estratégicos estamos haciendo los estudios y análisis de factibilidad para terminar de definir donde construir las plantas y, finalmente, cuál es el alcance de la demanda inicial que tendrían, porque una vez que empiezas su construcción tienes que establecer cuánto deben producir. Estamos realizando ese estudio de factibilidad y, en constante contacto con los socios estratégicos, definiremos si a mediados de este año iniciamos o una ampliación de nuestra planta en Piura o una nueva planta de GNL en la zona central o sur del país.
¿Cuál ha sido el desempeño de la planta de Piura?
La planta ha estado atendiendo en forma diaria a nuestro a nuestro cliente Lima Gas. Ciertamente, ha habido en el camino, como en toda primera operación, cosas que mejorar en cuanto a producción y servicio, como nuestros tiempos de atención. La máxima dificultad que hemos tenido fue el suministro eléctrico, que afectaba a la productividad, pero ya la hemos corregido.
Ustedes mencionaron la posibilidad de un terminal de importación, ¿está asociado al proyecto de un terminal de exportación en Estados Unidos?
Nuestro holding tiene un proyecto en el estado de Alabama, Estados Unidos. Construimos un terminal de exportación de GNL. En el Perú queríamos hacer un terminal de importación, pero no para importar GNL desde otro país sino, por ejemplo, traerlo desde Piura hacia la zona sur del país. De esa forma ponemos en valor recursos que actualmente no se vienen utilizando, como los distintos descubrimientos de gas en los lotes 3, 4, 13 y demás del norte del territorio, y llevar este gas rico en metano hacia el sur para atender la demanda. Estamos hablando del Nodo Energético, los clientes residenciales y comerciales que podrían verse beneficiados con esta nueva fuente de gas que permitiría, en parte, dejar de ser dependientes de Camisea para los proyectos del sur.
DESARROLLO DEL MERCADO DE GNL
¿Cuál es su evaluación sobre el desarrollo del mercado peruano de GNL?
Creemos que el mercado de GNL va a crecer de forma dinámica en el Perú. De hecho, ya lo está haciendo. Se ha logrado el primer despacho de un camión de Scania con GNL. Creo que en este y el próximo año habrá un crecimiento en el mercado de transporte de carga pesada a base de GNL. También espero un mayor dinamismo en el mercado del gas natural vehicular, con estaciones de servicios que cambien a GNL y, por supuesto, con las empresas eléctricas que necesiten generación en zonas aisladas y que reemplacen el diésel con GNL.
¿Qué facilitaría el crecimiento del mercado de GNL?
Lo que va a permitir el crecimiento del mercado de GNL en el Perú es una mayor exploración y el descubrimiento de nuevas reservas de gas natural. De esta forma, con nuevos descubrimientos, se puede construir más plantas A pequeña escala y llevar GNL a más lugares.