Por Álvaro Ríos
Gran parte de la bonanza económica que hemos vivido y disfrutado los bolivianos, particularmente en estos últimos 12 a 15 años, se lo debemos a los dantescos ingresos que hemos percibido por las exportaciones de gas natural a Brasil.
Nuestro más sincero reconocimiento a Hugo Peredo, Herbert Muller (que en paz descanse), Mario Camacho y muchos otros que escapan a mi memoria y que con bastante ingenio y tenacidad nos dieron un excelente contrato de compra venta de gas natural con Brasil y mejores días a todos los bolivianos.
Un poco de contexto viene muy bien. El primer contrato de exportación de gas natural con Argentina (que también se lo debemos en gran parte a Hugo Peredo) había culminado y los Argentinos lo renovaron por solidaridad por un par de años más. Esto mientras buscábamos otra alternativa exportadora y que termino siendo el contrato de exportación actual de gas a Brasil y que oficialmente concluye este julio de 2019.
Negociar con Brasil no fue, no es ni será nunca fácil. Peor aun cuando no contábamos con las reservas probadas para garantizar el contrato de 20 años y tampoco los recursos para financiar y construir un gasoducto de 32 pulgadas y de más de 2,000 Km. de largo y que uniera Santa Cruz con San Pablo, donde estaba la principal demanda.
Brasil necesitaba cambiar su matriz energética y Bolivia nuevos ingresos de exportaciones para que la economía no se contraiga aún más.
Brasil necesitaba cambiar su matriz energética y Bolivia nuevos ingresos de exportaciones para que la economía no se contraiga aún más. Los arriba mencionados negociaron la rampa de volúmenes y la fórmula mágica de precios que vinculaba los precios de gas natural en frontera con los precios de los derivados de petróleo. Por supuesto que esta fórmula de precios debía también permitir que el gas natural competiera con los combustibles alternativos derivados del petróleo (fuel oil, diese, GLP, etc.) en el país de la samba.
Hagamos un breve resumen de volúmenes, precios e ingresos y de lo que nos heredaron los únicos artífices de la exportación de gas natural a Brasil. Los volumen exportados de gas natural el primer año (1999) en promedio fueron de 5.65 Millones de Métricos Cúbicos día (MMMCD), un precio promedio de 1.01 Dólares por Millón de BTU (USD/MMBTU) e ingresos de exportación de 73.65 Millones de Dólares (MMUSD).
Cinco años después (2003) los volúmenes subieron a 15.18 MMMCD, los precios a 1.90 USD/MMBTU e ingresos de 371.77 MMUSD. Una década después de iniciado el contrato (2008) los volúmenes llegaron 31.92 MMMCD, los precios a 6.50 USD/MMBTU y los ingresos a 2,603 MMUS. Década y media más tarde (2013) los volúmenes llegaron a 31.92 MMMCD, los precios a 8,99 MMUSD y los ingresos a 3,698 MMUSD. Finalmente este 2018 los volúmenes bajaron a 21.63 MMMCD, los precios a 5.16 MMUSD y los ingresos a 1,438 MMUS.
Sin duda que la era dorada de exportaciones de gas natural y de beneficios la tuvimos entre 2008 y 2014 donde los volúmenes y precios estaban en sus mejores niveles. Nuevamente desde esta columna la gratitud a los que nos dejaron 30,589 MMUSD de exportaciones y forjaron mejores días para todos nosotros.
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Álvaro Ríos fue ministro de Hidrocarburos de Bolivia y en la actualidad es socio de Gas Energy Latín América.
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