La sobreregulación es uno de los factores que más obstaculizan el desarrollo y la competitividad del Perú. El gerente general de Pluspetrol, Germán Jiménez, señaló que hoy en día desarrollar un proyecto de la magnitud de Camisea costaría el doble de tiempo requerido hace algunos años, debido a la caótica burocracia que ha ido complejizando cada vez más el proceso de inversión. “Se necesita una coherencia en las normas, esta es una tarea que se realiza en teoría pero que en la práctica aún no se ha logrado”.
Pluspetrol opera Camisea desde hace varios años y es uno de los proyectos más importantes del Perú, sin embargo “si hoy quisiéramos hace camisea desde 0, no contando la consulta previa, sino desde que el operador ya tiene el proyecto, nos costaría el doble de tiempo que tomó en su momento, porque es necesario obtener todos los permisos para realizar un proyecto de esa magnitud”, enfatizó el director de Pluspetrol.
La sobreregulación desanima la inversión en la industria de hidrocarburos. Según cifras del Foro Económico Mundial, después de la corrupción, la burocracia es el principal problema para atraer la inversión, por encima de la inestabilidad política, capacidad y entrenamiento de los trabajadores locales, inflación, etc.
En el año 1985 Perú y Colombia (países con recursos similares) producían el mismo volumen de petróleo. Sin embargo en el 2017, Colombia aumentó cinco veces su producción del 85 mientras que Perú cinco veces menos. Según Jimenez esto se debe a que nuestro país vecino, pese a la crisis ocasionada por las guerrillas, supo implementar una serie de medidas para alentar la inversión exploratoria, incentivos y simplificaciones para ser una industria más atractiva “La burocracia es más perjudicial que la guerrilla” sentenció.
Además de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) , existen otros factores que afectan el desarrollo de los proyectos de hidrocarburos que “terminan siendo confusos y bloqueadores”. Entre ellos, las diferentes disposiciones normativas que existen entre distintas entidades. Como el permiso de remediación del suelo, donde existen siete tipos de instrumentos de gestión ambiental para remover la contaminación de la zona. Al escoger una de ellas, es probable que otra entidad aplique una sanción si considera que se debió aplicar una herramienta distinta. “El nivel de confusión de las normas es realmente alarmante y no ayuda a progresar” añadió.
La falta de coordinación entre los sectores, la confusión de la delimitación de competencias sectoriales, los sucesivos cambios que regulan procedimientos en curso, la generación de instrumentos de gestión ambiental y la desnaturalización de instituciones jurídicas que regulan la aprobación de proyectos, son algunos de los factores que hacen justicia a las cifras del Latibarómetro 2017, donde Perú ocupa el último lugar por la gran dificultad al otorgar permisos que involucren a más de una autoridad.
Por otro lado, el representante de Pluspetrol dio indicaciones claras sobre lo que necesita nuestro país para acabar con este mal de raíz. Establecer roles claros entre los diferentes organismos y velar por un estado que actúe de manera coherente no solo con los ministerios que buscan proyectos de inversión sino también con los ministerios preocupados por el medio ambiente.
“Nadie que quiera emprender un negocio una empresa a largo plazo puede ignorar la opinión pública y no ser cuidadoso con el medio ambiente. Ese es el espíritu de la mayoría de empresas de nuestro sector y es el espíritu que debe gobernar el desarrollo de nuestro país y nuestra industria”, concluyó.