- Los organizadores del 16 Congreso Energía 2018 presentarán un panel que examinará los problemas del Gasoducto Sur Peruano y sus impactos sobre el sector eléctrico.
- Participan Carlos Herrera Descalzi, ex ministro de Energía y Minas; César Gutiérrez, ex presidente del Directorio de Petroperú y consultor; y César Butrón, presidente del Directorio del COES.
El tan esperado gas natural a través del Gasoducto Sur Peruano (GSP), que serviría para industrializar las regiones del sur del país, abaratar las tarifas de energía eléctrica, y de paso, atender a las familias que viven en zonas de pobreza y extrema pobreza que hasta ahora cocinan con leña, es muy posible que no se concrete, pudiendo ocasionar una crisis energética.
Según especialistas consultado, entre ellos, César Gutiérrez, ex presidente de Petroperú, y experto en temas de hidrocarburos, es materialmente imposible que antes del 2025 se pueda contar con la tan necesaria infraestructura del GSP, a pesar de los anuncios y adelantos que lanzan cada cierto tiempo voceros del gobierno.
El avance físico de la construcción está paralizada en un 10%, y se estimó que iba a durar cuatro años. Suponiendo que en el 2019 se comience el proceso, en el 2020 estaría el contrato inicial. A principios del 2025 recién estaría concluido, por lo que el Perú tiene por delante seis años sin el gasoducto.
El Nodo Energético del Sur, consistente en dos plantas termoeléctricas creadas para constituirse en demanda del gas, una planta en Mollendo, y otra en Ilo, están instaladas y operativas desde el 2016 generando electricidad para el país durante todo el año pasado, aunque lamentablemente operando con diésel y carbón. El diésel es el combustible más caro para operar termoeléctricas. Por este motivo, el costo variable de la electricidad podría subir más de cinco veces a partir del 2020.
Ello porque a partir de ese año, las plantas del Nodo Energético deberán necesariamente usar diésel para operar hasta que se concluya la obra y reciban el gas natural del GSP. Los principales perjudicados en este caso serían los industriales, pues son intensivos en uso de energía eléctrica y sus tarifa son más altas, aunque también se incrementarían las tarifas para los hogares. En el Perú, la energía generada por las termoeléctricas representan el 50% del consumo de electricidad de todo el país, por lo que es muy importante que sean proveídas de gas natural.
Una de las alternativas que le quedarían al estado, dijo finalmente, sería apelar a la importación de gas natural para garantizar la cobertura de la demanda del país.
Esta y otras consideraciones serán expuestas el próximo 4 de mayo, en el JW Marriott Hotel Lima.
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Nora Santillán
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